I
¡Da, lo mismo!
El hombre que no quiere hallarse a sí mismo,
que no quiere verse en el ojo sangrante, de su abismo
¡da, lo mismo!, que desnude al viento, o bese con pasión sus mares,
si el grito arcaico de los años, sin amor, habita su horizonte,
y la mirada gallarda sobre´sus días avanza,
descalza y vacía.
II
¡Da, lo mismo!
Nidos, noches y jaurías, que ante todo asombro,
se levantan, mientras en duelo va, cubriendo su gracia, su frente
y sus manos inertes, sin que el tiempo lo sepa,
y nada falta, ¡no hace falta!.
III
¡Da, lo mismo!
Su estancia y sus tronos
porque nada quiere el tiempo de sus pasos
y nada, de los cielos que arrebatan.
IV
¡Da, lo mismo!
La criada y su corona,
si es esclava o motilona, ¡da, lo mismo!,
porque espinas lleva el clero en sus sotanas,
y pesadas las campanas, que sostienen sus espaldas,
y frágil es, la cordura de su lengua,
su casa y su faena.
V
¡Da, lo mismo!
Abolengos, sendas y caminos,
dinero, estancias y pergaminos,
si heridas tiene, tu suelo infinito, y finitas, las grietas,
en la herencia de tus hijos.
VI
¡Da, lo mismo!
Si brechas y faroles hay, si falda o pantalones llevas,
si hay nubes de sal cubriendo salones, fiestas y almohadones,
y en la mesa de tus nobles, fusiles y granadas, hay.
V
¡Da, lo mismo!
Fosas, cajas, fuego, agua o ciclos,
¡Da, lo mismo!, como acabe, en guerra, o en paz, la treta,
la tregua o la tramoya, si en nombre del padre, del pan o del hijo,
que continente alcance, ¡da, lo mismo!,
si de los sauces es, el aire que respiro,
del hombre, el ruido, en mis oídos.
VI
¡Da, lo mismo!
Si vives, o finges tu muerte,
si quieres vivir, o has vivido queriendo,
si duermes, lloras, o has reído, si amas, perdonas o has odiado,
¡da, lo mismo!, cuando eres piel, sangre y huesos,
tierra, mar y cielos, si el precio de tu vida es,
un centavo de dolar, ¡da, lo mismo!,
y tu sepelio, nada, importa.
mbf@vicsof
23420100PM